Aunque estudió para ser ingeniero civil, Antonio nunca abandonó su sueño de la infancia de trabajar en efectos visuales. Hoy en día, tiene la oportunidad de trabajar con equipos de artistas que están dedicados con firmeza a su labor. Valora su apasionada dedicación, algo que siente que es verdaderamente difícil de encontrar. Antonio también se siente eufórico por poder nutrir a su niño interior cada día, en parte gracias a las personas con las que trabaja. Cuando no está trabajando, alimenta su creatividad y sentido de asombro yendo al cine con su esposa e hijo. Un excelente comunicador, Antonio también posee todas las habilidades y cualidades de un gran líder. No podría estar más feliz de trabajar en un lugar donde todos colaboran en un ambiente amigable de apoyo mutuo.